Mandé un mensaje para saber como podía participar casi sin pensar. Hacía pocos meses que mi proyecto estaba en acción y la idea de ser parte de un espacio era lejana para mi. Pero ahi estaba yo, escribiendo sin saber si estaba lista para ese desafío.
A los pocos dias estaba yendo a conocer a Gime. El resultado... a la semana siguiente tenia mi percherito en Cinca.
Recuerdo salir de mi casa con todas las prendas colgando y una sonrisa en la cara, que duró lo que todo el camino al showroom, y se multiplicó por mil cuando vi mis creaciones acomodaditas y hermosas al sol de la ventana del lugar, rodeadas de las de mis nuevas compañeras. Todos proyectos autogestivos impulsados por mujeres. Mujeres talentosas, amorosas y generosas.
De repente, el sueño impensado se hizo realidad!
Después de estos meses compartidos todo lo que puedo sentir es gratitud y orgullo.
Encontré en Cinca no sólo un espacio donde exponer mis prendas, si no compañeras que con tanta generosidad y un gran camino recorrido me enseñan y me ayudan a tomar desiciones para impulsarme a avanzar, a confiar en mis ideas.
A todas y cada una les doy las gracias por ser maestras y equipo. Y a ustedes, por estar ahí apoyando un emprendimiento autogestivo y lleno de amor.